Un mundo desbocado

Un mundo desbocado parece el título adecuado, no sólo para  el libro, sino para la situación actual del mundo; un mundo que vive una crisis de valores, crisis económica, dependencia a la tecnología, individualismo, globalización, neoliberalismo, cambio climático, etc.

Este libro surge con la necesidad de dar a conocer lo que estamos viviendo, los problemas que nos aquejan y que nos están cambiando como personas, como sociedad y al mundo entero en cuanto a cambio climático. Las relaciones interpersonales están en una transición total, y pareciera que estos cambios no son para bien.

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La época en que vivimos es una época de cambios rápidos, vivimos un periodo crucial de transición histórica, la tecnología y la globalización reestructuran a cada momento nuestros modos de vivir, nuestras costumbres, tradiciones y hábitos.

El calentamiento global, y en general el cambio climático son hechos irrevocables, en gran parte, los seres humanos, de la mano de los efectos de la globalización (por la industrialización y destrucción de la naturaleza), tenemos la culpa. La globalización influye en la vida diaria, no sólo en aspectos personales, porque también existen las grandes industrias que emiten grandes cantidades de CO2 (Bióxidode carbono) que afectan irremediablemente al planeta.

La globalización busca recortar gastos para beneficiar a quienes están al mando del Estado. La globalización es política, tecnológica y cultural, además de económica, y se ha visto influida por los cambios en los sistemas de comunicación de los últimos años.

La comunicación electrónica instantánea que nos beneficia, la Internet ha revolucionado nuestra forma de vivir, ha influido totalmente en nuestra forma de socializar, ha cambiado nuestras relaciones interpersonales, ha provocado una sociedad más anónima, individualista, y creo conveniente citar: “puede sernos más conocida la imagen de Nelson Mandela [debido a los medios de comunicación] que la cara de nuestro vecino de enfrente.” p. 24

Un término expuesto en clase fue la idea de aldea global, la cual el autor ha cambiado por saqueo global; se refiere el autor a esta idea de saqueo por la evidente y creciente desigualdad que afronta la sociedad mundial.

Algunas veces la gente común, asume las opiniones de los “expertos”, muchos llaman expertos a quienes salen en televisión, sin darse cuenta que la televisión puede ser un órgano del Estado mismo, muchas veces los “intelectuales” de televisión son personas compradas por una televisora que están coludidas para que la globalización y el neoliberalismo no acaben nunca.

Hoy en día existe una dependencia a la tecnología, ¿cómo haríamos nuestras tareas y trabajos sin internet?, ¿qué porcentaje de la población utiliza hoy en día un teléfono celular?, no tengo la cifra exacta, pero puedo afirmar con certeza que la gran mayoría tenemos acceso a uno. ¿Quién utiliza el correo convencional en vez del e-mail?, ¿quién no tiene acceso a Internet?, ¿cuántas personas se mantienen informadas a través de la televisión o Internet?, creo que las respuestas a estas preguntas confirman la idea de dependencia a la tecnología.

Suena difícil, pero dependemos de la tecnología, en las grandes ciudades todos hablan de e-mail, Messenger, iPod, reproductor MP3, teléfono celular, Internet, laptop, cámaras digitales, páginas de Internet, chat, clonación, visitar el espacio, rastreo satelital, localización vía GPS, en fin, una cadena interminable de tecnología que si bien hace más eficiente la comunicación, nos cambia la manera de vivir.

Pareciera que estamos perdiendo nuestras raíces, es decir, nuestras tradiciones, que conlleva a una falta de identidad, el autor nos diría “una cultura destradicionalizadora” p. 60. Todos tenemos necesidad de compromisos morales. “Ninguno de nosotros tendría por lo que vivir si no tuviéramos algo por lo que merece la pena morir.”

La liberación femenina también se ha visto influida en este gran cambio, tal vez sea algo rescatable de la globalización y de los medios, el rol de la mujer ha evolucionado, y para bien. Hoy las mujeres tienen el derecho al voto, afortunadamente son consideradas también seres libres, a diferencia de antes, hoy la mujer puede tomar decisiones, hay equidad de género.

Algo también rescatable de estos sistemas abarcados en el libro, es por ejemplo la libertad que tenemos, no me refiero a la libertad de expresión, sino a la libertad sobre nosotros mismos, esa libertad de decidir sobre nosotros, qué hacemos y qué pensamos, qué seguimos y qué rechazamos es lo que podemos decidir.

La idea de familia ya tampoco es igual, el matrimonio por ejemplo, no es visto como antes, no son tan sólidas esas relaciones, hay divorcios, separaciones, y situaciones que en el pasado hubiesen sido juzgadas de sobremanera. Claro, considero importante destacar que los detalles varían de sociedad a sociedad. Hay también mucha gente soltera y sin hijos, la idea de no tener hijos se ve totalmente influida por la economía.

Retomando la idea del autor de relación pura, considero de suma importancia y demuestro mi aceptación a su teoría, las relaciones se basan en la comunicación, no sólo para una relación amorosa o con la familia, sino cualquier tipo de relación personal, son esenciales la comunicación, para llegar al entendimiento; y la confianza, considero también que son la base para que las relaciones funcionen mejor.

Para una mejor calidad de vida, también es necesario vivir en armonía con quienes nos gobiernan y representan, Giddens plantea la idea de que la democracia es sinónimo de calidad en nuestras vidas diaria.

Quienes hoy son adultos viven en la esperanza que la situación actual mejore, pues ellos conocen lo que es tener una mejor calidad de vida, saben un poco más de la justicia, porque en el pasado alguna vez la vivieron de cerca. Los jóvenes de alguna manera han perdido definitivamente la esperanza de una mejor calidad de vida, por eso la falta de interés hacia la política, hacia el estudio.

También se ha perdido la confianza que antes se le tenía a los políticos, en la historia de México, las promesas de políticos siempre han resultado ser farsas que están en pié sólo mientras el candidato está en campaña, una vez en el poder, se olvidan de la gente.

La política actual está fragmentada y desorganizada, eso implica el descontento de la sociedad, los medios de comunicación son una importante fuerza en los países desarrollados y tercermundistas, pues unos pocos tienen en sus manos el poder de informar toda una nación, lo lamentable es que comunican de una manera no muy precisa y si en pos de algún interés individual, de poder político o económico.

 

Bibliografía

Giddens, Anthony, Un mundo desbocado. Ed. Taurus México 1999

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